Cuando hablamos de viajar siempre nos preguntamos cual sería el viaje de tu vida? y nos vienen a la mente lugares lejanos, paraísos naturales, a miles de kilómetros. Un año viajando por el mundo, la vuelta al mundo sin billete de vuelta y cosas así...
Pero llega un día en que te encuentras de repente inmerso en un gran viaje que quizás nunca esperaste o que creíste improbable. Puede ser cualquier experiencia en la vida que te la cambie que te de la vuelta y te sacuda los bolsillos, el pelo y el alma.
Pues en ello estamos ahora. Llevamos 7 maravillosos meses en un viaje inesperado pero muy deseado, que nos está llenando la vida de cosas nuevas y las que nos esperan. 7 meses desde que una prueba nos dió positiva y no era precisamente un PCR.
En enero de 2022 nuestro test de embarazo dio positivo. Con mucha prudencia y bastante miedo por nuestra experiencia pasada, lo guardamos en secreto y nos fuimos al ginecólogo para que confirmara el positivo. Entramos temblando a la consulta y salimos aún más temblando. Nos dijo que yo estaba embarazada de muy pocas semanas pero que estaba todo bien. Decidimos guardarlo en secreto por lo que pudiera pasar. Las 12 primeras semanas fueron muy difíciles psicológicamente, porque sabemos que es el período más delicado del embarazo. Yo me encontraba bastante cansada, con mucho sueño, nauseas y esas cosas típicas de las embarazadas. Me cuidé todo lo que pude e intenté apartar los pensamientos negativos de mi cabeza, pero se me hizo muy largo.
Cuando el ginecólogo nos dijo que estaba todo bien y que podía hacer vida normal y yo me empecé a encontrar mejor volví al trabajo, aunque por poco tiempo porque empecé a tener otro tipo de malestares típicos del embarazo, como la lumbalgia y me dieron la baja médica.
Para mejorar los dolores me recomendaron piscina y ejercicio, sobre todo que no me quedara quieta. Eso fue un regalo para mí que como decimos aquí "se me cae la casa encima" si no hago algo. Empecé a buscar clases específicas de yoga y otro tipo de ejercicios para embarazadas y encontré muchísima información. Me puse las pilas y hasta ahora las sigo teniendo puestas.
Estamos en el séptimo mes, y ahora me parece que se ha pasado volando. Es como cuando te vas de viaje mucho tiempo a un lugar y los primeros días piensas: uf me queda un montón de tiempo podré visitar esto y aquello y luego un día te llega la notificación de la aerolínea para que factures tu vuelo de vuelta y dices: pero en qué momento se ha pasado el tiempo así de rápido?
Pues así me siento, preparando la "canastilla" para el hospital, haciendo la maleta y viendo que se acerca el día de "facturar", de conocer en persona a nuestro bebé. Lo bueno, es que en este caso no es el fin del viaje, sino la primera escala de un viaje que durará toda nuestras vidas.
Además me muero de ganas de compartir el mundo con este bebé que llevo dentro. Quiero enseñarle las maravillas que tenemos al lado y las que están más lejos. Quiero que conozca otras culturas, que aprenda que el mundo es diverso y también delicado. Quiero enseñarle a valorar lo que tiene y a compartirlo. Quiero viajar por la vida y por el mundo con esa nueva persona y que sea parte del cambio.
Cuando anuncié mi embarazo, algunas personas nos dijeron las típicas frases: "se os acaba lo bueno" "ahora ya no podréis viajar como antes"...y bla bla bla....
Evidentemente nada será como antes, pero eso no significa que tenga que ser peor o que no pueda ser. Veo a diario como familias con hijos viajan por el mundo y oye ni tan mal. Así que porqué nosotros no vamos a poder ser como ellos? porqué no vamos a poder enseñar a nuestro bebé lo que amamos, nuestra pasión. La montaña, los viajes, las rutas cercanas. Mientras podamos irá con nosotros de la mejor manera posible y cuando sea mayor, esperamos que ame tanto como nosotros conocer y disfrutar de las maravillas del mundo y si no, pues eso que nos habremos llevado todos.
Nos quedan dos meses de espera, tiempo que estamos disfrutando a tope. Yo estoy cuidándome por dentro y por fuera y siempre siguiendo las recomendaciones médicas hacemos salidas y rutas asequibles y evidentemente sin los riesgos que adoptábamos antes. A mí me está encantando esta etapa y el miedo a perder mi esencia se desvanece, cuanto más se acerca el momento de tener a nuestro bebé en brazos y mostrarle el mundo.
Soy consciente de que no será fácil pero obviamente tampoco imposible. Así que me apetecía compartiros por aquí un poquito de este viaje fascinante que es el embarazo y pronto poder compartir rutas con bebé a bordo.
Mientras, si os apetece seguir el progreso y las aventuras de este viaje podéis seguirnos en Instagram @WildBabyOnBoard
Gracias!! y nos vemos por el mundo!!
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